El viernes experimenté en mis propias carnes una de las mayores pájaras de la historia (bueno, una pajarita del montón). Salí por el carril bici de Colmenar con la intención de subir Canencia y vuelta, para hacer unas 4 horitas. Todo fue muy bien, incluso mejor que otras ocasiones, con fuerza y pedaleando con bastante alegría. Llegué a Miraflores bastante entero y la subida a Canencia empezó muy bien.
El problema fue a la vuelta…..Ya me di cuenta a la salida que había olvidado algo para comer y tampoco llevé dinero para comprar algo. ¡Qué más da! pensé. Cuando me faltaban 15 Km para llegar llegó el “tío de la maza”. Me quedé sin gasolina. Tenía una sensación de vacío que nunca había experimentado. Menos mal que lo que quedaba era fácil y pude llegar sin muchos problemas hasta el coche.
La verdad es que la salida estuvo bien y he aprendido otra lección……
El sábado por la mañana no tenía fuerzas para levantarme, así que descansito. El domingo 80 min de carrera
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